Cooperativismo en República Dominicana

El cooperativismo y sus inicios en República Dominicana

El cooperativismo, empleado como forma de obtención y/o distribución optimizada y masiva de recursos a través de agrupaciones sociales organizadas, remonta su existencia a los inicios de la humanidad; momento en que las personas comprendieron que una red equitativa de ayuda conjunta es más efectiva que el trabajo realizado de forma singular y aislada.

Con el pasar de los siglos y los avances tecnológicos, las cooperativas o grupos de personas en busca de un mismo objetivo en común lograron hacer más específicas las metas a alcanzar, diseñando así métodos e implementos especializados que facilitaban la obtención de los resultados esperados.

Y en Latinoamérica, especialmente en República Dominicana, la necesidad de impulsar la economía a través de estas sociedades se hizo notable casi a mediados del siglo XX; cuando en 1945 se iniciaron tanto en Boyá como en Monte Plata las 2 primeras cooperativas de ahorro y crédito y luego en la Ciudad Capital una de consumo. En 1946, los sacerdotes de la orden Scarboro hicieron las gestiones para que el Reverendo Pablo Steele con su experiencia ayudara a promoverlas nacionalmente.

La culminación del asentamiento de esta primera etapa del cooperativismo dominicano tiene lugar en Agosto de 1949, cuando se conforma la FEDOCOOP (Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito) el primero de Agosto. A partir de allí comenzó una gran etapa de expansión de cooperativas en todo el país, pero se vio temporalmente detenida por conflictos políticos en la nación. Una vez superados, el reimpulso llevó a la creación de leyes que regularan sus actividades, como la de 1964.

Desarrollo de las cooperativas en los últimos años

En las últimas dos décadas, se estima que el cooperativismo en República Dominicana ha crecido por encima del 80%, contando con activos de más de RD$200.000 millones. Para finales de 2019, la cantidad de cooperativas formadas era de 1043 y en ascenso, lo que implica casi el 40% de la población activa económicamente.

Este margen de crecimiento de los grupos cooperativos se explica con la gran calidad en el manejo de los mismos, al trabajo incansable de los funcionarios sociales y el equipo humano que los apoya, los cuales apuestan más al aporte hecho por las personas y la eficiencia del servicio que por el aporte de capital monetario.

Actualmente, la mayor cantidad de cooperativas se puede encontrar en el Distrito Nacional y en las zonas urbanas de provincias como Santiago y Santo Domingo. En su mayoría se dedican al sector servicio, especialmente las cooperativas de Servicios múltiples, así como las de Ahorro / Crédito.

¿Por qué el cooperativismo es tan importante?

Esto es debido a que en el trabajo que realizan las cooperativas no hay ni jerarquías ni intermediarios; todos sus integrantes contribuyen con sus destrezas a partes iguales. De esta manera se favorece la presencia de una igualdad de condiciones así como de una igualdad a la hora de percibir beneficios económicos. Claro está, todo esto en el marco de un poder de decisión de tipo democrático organizado; por el cual se convocan reuniones o asambleas a la hora de hacer algo.

Sin embargo, para los grupos cooperativos es importante el definir su objeto o razón social de existir; así como el planteamiento de metas en un rubro en particular ya enmarcado, el cual se sujeta a la decisión mayoritaria de los socios participantes. Aun así, el margen de oportunidades es más amplio que en empresas que si siguen una organización jerárquica tradicional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *